La causa ha sido iniciada por Bruno Pizano en el juzgado 68 de la Ciudad De Buenos Aires, bajo la carátula de intruición y usurpación.

Sin embargo, los hechos de la recuperación hilvanan una historia que poco tiene que ver con la usurpación.

Cuando todavía resonaban los ecos de las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001 que  conmovieran al país, los vecinos de los diferentes barrios comenzaron a soñar en la construcción de una sociedad solidara y cooperativa.

El surgimiento de múltiples asambleas hacía pensar que el camino iniciado no tendría marcha atrás.

Sin embargo, poco tiempo después la realidad sería otra: las asambleas comenzaron a fraccionarse, las cooptaciones partidarias empezaron a chocar con la independencia vecinal y los paisajes de plazas pobladas dieron paso a la desolación.

Aún así, algunos vecinos como los de Almagro, siguieron soñando.

Con lucha cotidiana recuperaron un espacio abandonado y lo convirtieron en un espacio libre, del pueblo, de los vecinos, un espacio de iniciativa, colectivo.

Actualmente en el lugar se desarrollan varias actividades: La Biblioteca Popular, un espacio cultural, cooperativas productivas como la Cooperativa de herrería “La ayuda mutua”, la cooperativa de comida “Apetito Vegetal”, la cooperativa de serigrafía.

Como dicen sus integrantes. “el lugar tiene 4 años de historia, de otra historia, de una que no es de nadie pero es de todos”.

Todavía la justicia no falló al respecto, mientras tanto, los vecinos resisten.