Apenas dos días después de la jornada cultural en defensa del espacio que los vecinos realizaron el domingo 19 de noviembre bajo la consigna "festival de la resistencia", la dirección general de fiscalización y control decidió clausurar el predio de la Asamblea de Almagro.

Si bien, las causas están más cerca de las excusas que de la realidad edilicia del lugar, la clausura terminó justificándose con la carátula "local bailable clandestino".

Desde ese momento, agentes policiales uniformados y civiles custodian las 24 horas del día el espacio popular para verificar su cumplimiento.

Entre los manejos coercitivos denunciados por los vecinos las semanas anteriores a la clausura, se suma un corte de luz producido un día antes de la ejecución de la medida que dificultó enormemente el funcionamiento de la asamblea y de las diversas actividades de carácter social y cultural se allí se realizan como: cooperativas de trabajo, biblioteca popular, talleres culturales, feria de emprendimientos autogestivos.

Los colectivos que forman parte de la construcción y mantenimiento del espacio popular denuncian los seguidos ataques por parte del gobierno como intento de censurar la libre expresión de los espacios recuperados y aplastar las conquistas logradas desde las críticas jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001.