En el año 1999, después de que se desplomara un balcón en el barrio de Belgrano, la Legislatura de la Ciudad sancionó la ley 257, que obliga a todos los edificios y casas porteñas con más de 10 años de antigüedad y más de una planta a presentar periódicamente un certificado de conservación de sus balcones y fachadas, firmado por un profesional responsable.

Aunque el gobierno brindó 5 años de gracia para la aplicación de la norma, en la actualidad con la reglamentación en vigencia, la mayoría de los propietarios no han presentado la documentación obligatoria.

Este año se envió 61.543 intimaciones a propietarios y consorcios para que cumplan con la ley bajo amenaza de multas.

La mayoría de los ciudadanos intimados, remarcan el factor económico como el principal escollo para realizar las refacciones necesarias.

Según el artículo 10º de la ley 257, el Estado porteño tiene la obligación de instrumentar créditos para que se realicen las obras de conservación de balcones y fachadas.

Por eso, el Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) lanzó una línea de créditos blandos en cuotas fijas, sin interés, y a pagar hasta en 30 años para las personas afectadas.

La única condición es ser propietario de edificios de más de 30 años de antigüedad, dado que son los que se encuentran en peores condiciones.

Para tramitar el crédito, los interesados deberán acercarse a las oficinas del Programa "Mejor Vivir" del IVC, en Sarmiento 840, en el horario de 10 a 17.