Unos 300 vecinos de Villa Lugano cortaron ayer el paso del tránsito sobre el puente La Noria y la colectora de la avenida General Paz, en reclamo de terrenos fiscales para edificar sus viviendas.

La medida de protesta duró varias horas y aunque, luego de la intervención policial los vecinos decidieron levantar el corte, continuarán con la ocupación de las tierras hasta obtener una respuesta de parte del Gobierno porteño.

La colectora, a la vera de la Avenida General Paz, continuó cortada, mientras esperaban una respuesta "de las autoridades del municipio de La Matanza", aseguró Darío uno de los representantes de los vecinos, que se mantienen apostados en inmediaciones del puente La Noria, en Villa Lugano.

La propiedad del terreno ocupado es compartida por el Gobierno porteño y el municipio de La Matanza. Por su parte, integrantes de la comuna de partido bonaerense de La Matanza dijeron a los manifestantes que no pueden hacer nada por su reclamo "hasta que el gobierno de la ciudad de Buenos Aires les ceda los terrenos”.

Los vecinos solicitan iniciar negociaciones con el Instituto de la Vivienda para encontrar una solución a su grave situación habitacional.

Mientras se inicia la negociación, mantendrán las carpas levantadas en el predio situado en la intersección de las avenidas Roca y General Paz. Si bien, un fiscal ordenó el desalojo del predio, los habitantes lograron resistir la toma del predio aún pese a la presencia de la Policía Federal.

Según remarcan algunos vecinos, el Instituto de la Vivienda de la Ciudad dijo que estaba dispuesto a ceder los terrenos a La Matanza, pero todavía no lo hizo.

La propuesta de los manifestantes es que "La Matanza se comprometa, al urbanizar esta zona, a incluirnos a nosotros", señaló Darío.

La crisis habitacional en la ciudad, arroja números alarmante: en Buenos Aires, unas 120.000 personas viven en villas miserias, 200.000 en casas tomadas y unos 4.000 que directamente duermen en la calle, de acuerdo a los números del INDEC y del Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC).

Mientras los alquileres no paran de subir, se estima que faltan entre 95.000 y 100.000 viviendas.