Luego de siete meses de su cierre, el mítico bar de San Telmo volvió a ver la luz, repleto de habitués y vecinos el lugar volvía lucir su tradicional atmósfera.

Un año atrás, los vecinos de San Telmo juntaron más de 20.000 firmas en rechazo al cierre del bar e interpusieron recursos de amparo para evitar el cierre del bar.

El dueño del inmueble, Juan Pablo Benvenuto, había decidido no renovar el contrato de alquiler a los históricos operadores del café, " Pepe" Miñones, José Trillo y "Manolo" Pose, conocidos como "los gallegos", dueños del fondo de comercio y de la marca.

Tras el vencimiento del contrato de alquiler, los inquilinos del Bar Británico fueron desalojados, el 23 de junio pasado, por una orden judicial.

Aunque Agustin Souza, el nuevo dueño prometió conservar la estética del lugar, fue necesario implementar algunos retoques como: la ampliación de la cocina, cambio de mesas, sillas, ventiladores, cristalería, barra y tablón. A lo que se suma la adquisición de un aire acondicionado y una chopera.

Aún así, el nuevo Británico conservará su particular tradición de abrir las 24 horas para que ningún escritor desvelado o caminante porteño pierda la ocasión de visitarlos en esos horarios donde la magia del bar pareciera potenciarse. .