Ante la terrible crisis habitacional que atraviesa la Ciudad de Buenos Aires, algunos vecinos de zona sur comenzaron a organizarse para buscar soluciones alternativas ante la falta de respuesta del estado a una situación urgente.

Las familias comenzaron las tareas de limpieza y reacondicionamiento del predio para poder instalar algunas carpas con la intención de permanecer en el lugar hasta obtener alguna respuesta a su necesidad de construir un lugar propio donde vivir.

Estos vecinos conformaron la el colectivo Vecinos organizados del Sur, y actualmente están coordinando acciones con vecinos de Flores que también sufren la falta de vivienda y diversas organizaciones de Lugano que están tomando tierras usurpadas por la Policía Federal.

La mayoría de las personas que encaran estas acciones viven hacinados en pensiones y conventillos, la mayoría de las veces en condiciones de inseguridad extrema. Mientras el negocio de la construcción sigue creciendo dando jugosas ganancias al sector inmobiliario, los vecinos del sur son desalojados y excluidos.

La especulación inmobiliaria generó una suba descontrolada del valor del suelo urbano y los alquileres han trepado a valores inalcanzables para la gran mayoría de la población. En la Ciudad hay más de 500 mil personas con problemas de vivienda sin contar quienes viven en condiciones de hacinamiento y en los últimos cinco años se han generado 24 nuevos asentamientos por la falta de espacio donde construir viviendas para los sectores populares.

Los vecinos exigen, ni más ni menos, que el cumplimiento de las promesas que hace unos meses el jefe de gobierno de la Ciudad, Jorge Telerman, hizo respecto a la erradicación de las villas y la construcción de viviendas en la Ciudad. La aplicación de medidas concretas para hacer efectiva una solución al grave problema habitación, el derecho a una vivienda digna y la implementación de los programas de vivienda transitoria que debe regular el gobierno porteño.