Con la nueva ley, aprobada en octubre del año pasado, quedó fijada como contenido curricular obligatoria la educación sexual en todos los niveles escolares.

Para la selección de los libros se tuvo en cuenta, entre otras cosas, las edades de los chicos que los leerán. Se privilegió también un criterio estético y artístico. Y el eje temático para despertar vivencias y reelaboraciones personales de los lectores y relacionados con los contenidos de la educación sexual: el cuidado de la salud, la salud y la calidad de vida, las relaciones con los otros, el conocimiento de nuestros orígenes, los derechos del niño y los derechos humanos.

También la tolerancia y el respeto, la expresión de los sentimientos, la autoestima, la perspectiva de genero, se trata de cuentos y novelas que no fueron creados para enseñar educación sexual pero que, por la calidad de su temática, permiten abordarla.

“La educación sexual en las escuelas es un tema sensible. La información acerca del universo de la sexualidad es un tema complejo, porque intervienen cuestiones valiosas como creencias propias, familiares y religiosas, entre otras. Pero en la Ciudad de Buenos Aires todos los sectores nos pudimos poner de acuerdo. Y logramos llevar adelante una ley maravillosa por lo amplia y lo fuertemente consensuada y representativa que es”, declaró Telerman en el acto, que se desarrolló ayer en el Instituto Bernasconi.

El material fue especialmente seleccionado para cubrir las necesidades de los distintos niveles educativos: inicial, primario, y medio. La selección estuvo a cargo del equipo de la Dirección de Planeamiento del Ministerio de Educación. Además de los libros, se entregaron para los docentes cuadernillos con propuestas pedagógicas de trabajo en el aula.

La nueva currícula apunta a la comprensión de la salud sexual en un sentido amplio, como la integración de aspectos físicos, emocionales, intelectuales y sociales relativos a la sexualidad que promueven el bienestar personal y social mediante la comunicación y el amor.