El titiretero, filósofo, editor, novelista y ministro de Cultura designado por Macri fue removido antes de asumir. Las palabras de Rodríguez Felder en los medios respecto a las vanguardias, al arte conceptual y a la obra del prestigioso artista León Ferrari causaron la indignación del mundo de la cultura.

Rodríguez Felder había dicho que quería promover la inversión privada y habló de llevar a los barrios "lo que hace el Teatro San Martín" y deslizó la posibilidad de reabrir el canal de televisión de la ciudad.

Al búnker de Macri llegaron cientos de correos electrónicos que mostraban el descontento que las palabras de Rodríguez Felder habían causado en los representantes de la industria cultural porteña, para quienes, el editor no es representativo y su designación era un retroceso.

Las críticas apuntaban no sólo a las opiniones vertidas por Rodríguez Felder sobre el arte, sino también, a su visión "empresaria" de la cultura. Aunque su posición de “editor prestigioso” había sido uno de los puntales de su eleccioón para ocupar la cartera de cultura parece que luego de la reacción de la intelectualidad puede socavar la imagen Pro de Macri.

"La gestión cultural en la ciudad es algo más que organizar muestras plásticas o programar teatro o festivales. Este es un momento crítico en el que la ciudad presenta sectores de población excluidos no sólo del consumo cultural, sino también de los bienes básicos", comienza el texto que firman, entre otros nombres relevantes, Josefina Delgado, Griselda Gambaro, Edgardo Cozarinsky, Ana María Shua, Hugo Urquijo y May Lorenzo Alcalá. También firmaron Graciela Dufau, Oscar Barney Finn, Jorge Helft, May Lorenzo Alcalá, Tato Pavlovsky, Luisa Valenzuela, Juan José Sebreli, Claudio Tolcachir, Sylvina Walger, Andrés Di Tella, Mauricio Kartun, Ana Katz, Ariel Rotter, Martín Rejtman y Lorena Muñoz, entre otros creadores.

Si bien, hoy se hizo publica la desición, ni Macri y ni Horacio Rodríguez Larreta, futuro jefe de Gabinete porteño, hicieron declaraciones sobre el tema.