Luego de reiteradas denuncias, el Gobierno porteño inició la semana pasada los trabajos para mejorar la infraestructura del predio ubicado bajo la autopista 9 de Julio Sur, que atraviesa Barracas.  Los vecinos aseguran que la zona está abandonada y que los robos son frecuentes. Ya se registraron dos asesinatos en tres meses.

En marzo, los vecinos les enviaron a Mauricio Macri y Gabriela Michetti e-mails en los que denunciaron que en ese mes, y también en enero, habían sido asesinados dos indigentes en los terraplenes bajo autopista.

Según los vecinos, los puntos más conflictivos están las calles Suárez, Quinquela Martin y Río Cuarto. Denuncian que hay grupos de indigentes que corren los alambrados y se instalan. Son lugares completamente abandonados, con acumulación de escombros y basura.

El predio comprende las 15 cuadras que van desde Finochietto hasta Osvaldo Cruz entre las avenidas, Herrera y Hornos.

La obra está a cargo de Autopistas Urbanas Sociedad Anónima (AUSA), la empresa estatal porteña que administra las autopistas.

Los trabajos incluyen la instalación de alumbrado público, el corrimiento de cordones, adecuaciones viales, veredas de hormigón, el corrimiento de cercas y rejas perimetrales, bicisendas, rampas para discapacitados, papeleros y la plantación de árboles y arbustos.

Los vecinos están conformes con el inicio de estas obras en el bajo autopista. Pero señalan que el proyecto anunciado por el Gobierno porteño difiere en algunos puntos de lo que les habían dicho en una reunión que mantuvieron en el barrio con directivos de AUSA.