De acuerdo a informes de la Organización Mundial de la Salud,  la cantidad optima de espacios verdes por habitante es de 15 m2  y un mínimo de 10 m2.  Con la creación de estos nuevos espacios el legislador Camps busca compensar el déficit de la ciudad que sólo posee 1,80 m2 /hab.  

“La creación de las áreas de reserva en la Ciudad Universitaria y Villa Lugano son de gran importancia para nuestra Ciudad por el gran déficit que tiene en materia de espacios verdes”, aseguró Camps. 

En este sentido, la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires dispone en su art. 27 inc.4 “la preservación e incremento de los espacios verdes, las áreas forestadas y parquizadas, parques naturales y zonas de reserva ecológica, y la preservación de su diversidad biológica”.

Además, estos espacios naturales tienen para los porteños enormes beneficios ambientales, como la regulación hídrica, la prevención de inundaciones y regulación de la temperatura local, purificación del aire.

La primera de  las iniciativas se refiere al área delimitada por el predio de la Ciudad Universitaria, la desembocadura del Arroyo Vega, el Parque de la Memoria, la Costa del Río de la Plata y la Sede del Club Universitario Buenos Aires y propone no sólo la creación de una reserva ecológica sino, además, una reserva natural que permita preservar las más de 200 especies de flora y fauna que habita este espacio.

El segundo proyecto se refiere a la zona de los lagos de Lugano y tiene como antecedente la Declaración 338/2009 de la Legislatura de la Ciudad -autoría de la Dip. Marta Varela- en la que consta que el parlamento porteño "vería con agrado que el Poder Ejecutivo estudie la factibilidad de proteger como reserva natural al Lago Lugano en función de la gran biodiversidad desarrollada en ambos cuerpos de agua y sus zonas costeras, y los beneficios ambientales que proporcionan a la Ciudad.

Hasta el momento, en el área se han relevado  más de 50 especies de aves e identificado decenas de plantas autóctonas, como también algunas especies de mamíferos, peces, mariposas, insectos e invertebrados. 

Ambos proyectos contemplan el acceso libre y gratuito para visitantes, quienes deberán recibir la información necesaria que permitan proteger, conservar y mejorar el lugar.