Tras un maratónico debate, cerca de las cuatro de la mañana, el Senado aprobó el proyecto de ley que abre la posibilidad de contraer matrimonio a parejas del mismo sexo en igualdad de condiciones con las parejas heterosexuales.  El proyecto que ya tenía media sanción de Diputados fue aprobado en general y en particular, por lo que se convirtió en ley.

La iniciativa contó con el respaldo de los bloques del Frente para la Victoria, la Unión Cívica Radical, el socialismo y la Coalición Cívica.   Mientras que,  la mayoría de los senadores pertenecientes al peronismo disidente, así como la gran parte del bloque radical, votaron en contra.

El intenso debate se extendió por más de  14 horas y por momentos la tensión en el recinto llegó a a su punto más álgido debido a que muchos senadores  basaron sus argumentos en creencias personales más allá  de su posición del bloque al que representaban y su función como garantes de los derechos de las minorías.

Con esta decisión histórica, la Argentina se convirtió en el primer país de América Latina en autorizar el matrimonio entre personas del mismo sexo y el décimo en el mundo después de Holanda, Bélgica, España, Canadá, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal e Islandia.

La nueva legislación contempla reformar el Código Civil cambiando la fórmula de "marido y mujer" por el término "contrayentes" y prevé igualar los derechos de las parejas homosexuales con los de las heterosexuales, incluyendo los de adopción, herencia y beneficios sociales.

La votación fue seguida minuto a minuto por una multitud de personas que lograron vencer el frío a puro entusiasmo en la Plaza de los Dos Congresos.

La titular de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales, María Rachid,  aseguró que se trata de " un reconocimiento, de la igualdad de la ley para nuestra familias" y  sostuvo que "ganó el no a la discriminación, la igualdad y la democracia".