La noticia se conoció en el mismo momento en que el juez federal Norberto Oyarbide allanaba las oficinas del Ministerio de Desarrollo Económico porteño por una denuncia del legislador local Marcelo Parrilli (MST), quien acusó a Macri y al ministro del área, Francisco Cabrera, por falsedad ideológica e incumplimiento de deberes de funcionario.

Parrilli apuntó a la responsabilidad de ambos funcionarios por el nombramiento del contador Angel Enrique Rodríguez al frente de la Dirección General de Protección del Trabajo, desde donde se ordenaron las dos inspecciones a la obra de Mendoza 5042. 

En medio de una crisis política que desataron los cuestionamientos a la gestión  macrista por la fiscalización de obras,  había trascendido que Ríos estuvo como vocal de Boca en la asamblea que definió el contrato de Juan Román Riquelme mientras continuaba el  operativo de rescate en el lugar del derrumbe. 

Macri consideró "inaceptable" que Ríos haya participado ayer de una reunión de Comisión Directiva del Club Boca Juniors, "mientras el gobierno concentraba sus esfuerzos en el rescate de las dos personas que permanecían atrapadas por el derrumbe del gimnasio de Villa Urquiza".

En un comunicado, se informó que el jefe de gobierno porteño le pidió a Ríos que presentara su dimisión al cargo como jefe de inspectores de la ciudad.  Con la salida de Ríos, son tres los funcionarios que pasaron por el órgano responsable de los controles y habilitaciones en la Ciudad durante la actual gestión: Federico Young y Pablo Bourlot.

Ríos era el segundo de Bourlot, y actuaba como coordinador, a cargo de controlar los comercios, tanto en su habilitación, inspección como las multas o clausuras a través de los controladores de faltas.
De todos modos, el gobierno porteño ratificó que la Agencia "continuará trabajando activamente para seguir modernizando y hacer todavía más eficientes los mecanismos de fiscalización y control".