El proyecto fue elaborado por la asesora Andrea Grassia -no vidente- a iniciativa de la Biblioteca para Ciegos con el objetivo de lograr una mejor integración de las personas no videntes al espacio público.

"El acceso a la información en el espacio público es indispensable para lograr la igualdad de oportunidades y la inclusión social de las personas con discapacidad. En el caso específico de las personas ciegas, se enfrentan con una limitación para ejercer su plena autonomía para transitar por la ciudad, puesto que aún existen barreras físicas", manifestó el legislador de Proyecto Sur.

"Que las paradas de colectivos sólo cuenten con carteles que pueden leerse visualmente muestra, además, una clara desigualdad al desarrollo de una vida independiente por parte de las personas no videntes, quienes se encuentran obligadas a recurrir a la ayuda de otros, sintiéndose en inferioridad de condiciones", agregó Camps.

En nuestro país son muchos los proyectos que se han concretado para la inclusión de las personas no videntes,  como el uso del Braile en las botoneras de ascensores, para indicar el nombre de las estaciones de subterráneos, en el menú de restaurantes, facturas de servicios públicos, entre muchas otras aplicaciones.