Ante las irregularidades y permanentes violaciones a los derechos laborales, los empleados de la fábrica TE PLANCHO SRL, propiedad de Ariel y Débora Beitelmaker, decidieron organizarse y elegir como delegada gremial a la costurera, Mónica Córdoba.

Los trabajadores denunciaron violaciones al convenio colectivo de trabajo, pago del sueldo por debajo de lo establecido, maltrato patronal, acoso laboral, pago en negro y discriminación.

“Lamentablemente los hermanos Beitelmaker creen que sus empleados son sirvientes y que ellos pueden atropellar derechos y convenios laborales como si fueran patrón de estancia”, contaron los empleados en un comunicado de prensa.

Frente a estos atropellos y con el apoyo de la UTC-Alameda,  la costurera despedida inició la denuncia penal, bajo la carátula discriminación sindical, y por el lado del fuero laboral se inició otra causa por su reincorporación inmediata.

Kosiuko, propiedad de Federico Bonomi y Cynthia Kern, es el principal dador de trabajo y por ende solidariamente responsable de la fábrica TE PLANCHO SRL, y como bien lo establece la Ley de Trabajo a Domicilio la marca debe responder por la situación laboral de lo que ocurre en la fábrica donde terceriza su producción.

A esto se suma los antecedentes de explotación laboral del matrimonio Bonomi y Kern,  denunciados penalmente en 2006 y en 2009 cuando La Alameda descubrió los talleres esclavos donde confeccionaban sus prendas "fashion". En estos días, la AFIP le detectó otros talleres clandestinos con trabajo esclavo.

“Si los empresarios Beitelmaker siguen caminando por fuera de la ley vamos a seguir movilizándonos hasta lograr la reincorporación  de Mónica Córdoba.  De no haber respuestas, las próximas semanas iremos a los locales de los otros dadores de trabajo de esa fábrica que son  MARTINA DI TRENTO, YAGMOUR, 47 STREET, WANAMA, CRAYON, MOA, PORTASAID, ZARA. Porque si tocan a uno, tocan a todos”, anunciaron los trabajadores.