A través de un comunicado de prensa, los trabajadores del Centro Cultural denunciaron la permanencia en la Ciudad de las políticas que hundieron a nuestro país en la década de los '90. “El cierre arbitrario de los centros culturales, las pésimas condiciones edilicias de los colegios y los hospitales, o el ahogo presupuestario en todas las ramas de los servicios públicos, no son otra cosa que la materialización de estás políticas de privatización.”

La cultura no ha quedado exenta de este proceso. “En el Colón ya vimos como la refacción del edificio vino junto a una fuerte avanzada privatista: hasta una tienda de recuerdos han instalado en el que en otros tiempos fuera uno de los teatros más prestigiosos del mundo. Y con este mismo horizonte, ya empezaron las remodelaciones en el Centro Cultural Gral. San Martín (CCGSM)”, advierten los trabajadores.

Desde hace un año y medio, con la toma de la Sala Alberdi en el sexto piso del CCGSM, los trabajadores vienen resistiendo el cierre. De forma autogestionada, organizan talleres gratuitos y a la gorra de cine, teatro, literatura, diseño, música y danza, entre otros, junto con una programación abierta, tanto a artistas como espectadores, que garantiza un espacio de expresión cultural libre e independiente.

Sin embargo, saben que no se trata sólo de una Sala. El interés económico del gobierno de Macri está puesto sobre todo el Centro Cultural. “Podemos verlo en el cierre progresivo de talleres, en la sustitución de la programación cultural por eventos de promoción gubernamental y en el alquiler de las salas a empresas para la realización de sus eventos privados”, aseguraron.

Hoy, del edificio que supo ser el icono cultural en los años '70, escuela y escenario de grandes artistas internacionales, por donde desfilaban miles de espectadores diariamente, sólo queda un espacio vacío y abandonado. “El ‘cierre por remodelaciones’ no es otra cosa que la fachada perfecta para encubrir este proceso de privatización”, advierten.

Con el inicio de las obras de remodelación en los pisos superiores, el Gobierno justificó el cese de actividades y traslado de las mismas a otras dependencias, como el Centro Cultural Recoleta y el Teatro 25 de Mayo.

Actualmente, la programación de la Sala Alberdi es la única que genera actividades y producción artística dentro del edificio con más de 20.000 espectadores, 1.500 artistas, 300 espectáculos, 300 estudiantes y 25 docentes.