A pesar de la fuerte oposición vecinal, el Gobierno porteño reabrió el Parque Centenario con doble línea de rejas y cuatro garitas de seguridad. ¿Estamos hablando de un parque o de una cárcel?", cuestionó el legislador del Partido Socialista Auténtico e integrante de la comisión de Espacio Público de la Legislatura Porteña, Adrián Camps, para quien la nueva fisonomía del Parque saca a la luz “las mentiras y contradicciones de la administración macrista”.
El legislador del Partido Socialista Auténtico e integrante de la comisión de Espacio Público de la Legislatura Porteña, Adrián Camps, se refirió a la reapertura del Parque Centenario. "Dos líneas de rejas, cuatro puestos de la Metropolitana y guardaplazas ¿Estamos hablando de un parque o de una cárcel?", cuestionó.
Para el legislador del PSA, la reinauguración del Parque Centenario “sacó a la luz las mentiras y contradicciones de la administración macrista”.
“Seguramente, en el futuro van a decir que las rejas mejoraron la seguridad, cuando en realidad ésta se podía garantizar perfectamente con la presencia policial y los cuidadores, sin necesidad de ninguna reja. Aún desde la concepción de los que quieren poner rejas en todos lados, no se justifica el mantenimiento del enrejado interior", expresó.
Ahora ese paseo estará fragmentado por dos enrejados -uno interior y otro exterior-; además contará con cuatro puestos de vigilancia de la policía metropolitana y un equipo de guardaplazas. Para los que deseen ir a correr, se habilitará una pista exterior entre las rejas y la calle.
"Resulta absurdo colocar una pista de aerobismo entre las rejas y la calle argumentando que estará abierta toda la noche ¿Acaso pensaban enrejar las veredas? Quienes practicamos el aerobismo buscamos llevar a nuestros pulmones el aire puro de los espacios verdes, no el de las veredas donde circulan los autos y los colectivos", finalizó Adrián Camps.
