El Cesac 41 -o la salita de Brin, como la llaman las familias del barrio- hoy no abrió sus puertas. En plena pandemia, sus trabajadores tomaron la difícil decisión de no atender hasta tanto la Justicia y el Gobierno de la Ciudad garanticen condiciones de seguridad para elles y para quienes asisten.
Ayer el equipo de salud fue amenazado por personas que desde años conducen la usurpación del predio lindero al Cesac, en Ministro Brin 843, conocido como el “poli” o la “canchita”. El terreno pertenece al Estado porteño y hace dos años la familia que vivía allí fue desalojada. Sin embargo, el lugar continúa “controlado” por una mujer que, incluso, tiene la llave del candado que abre sus rejas donde, según denuncian los vecinos, se realizan otras actividades ilegales.
Las amenazas llevan años. Esta vez, ocurrieron a partir de un corte eléctrico en el “poli”, que “está colgado” del suministro del Cesac. Con esta excusa, ayer entró a la salita esta mujer, y luego también su hijo con un perro, quienes amenazaron al equipo de salud exigiendo que les restablezcan la electricidad. A pesar de que les trabajadores explicaron que no tenían acceso al tablero, estas personas les gritaron que sería “por las buenas o por las manos” y amenazaron con romper todo dentro de la salita.
Desde la Dirección del Cesac 41 y desde el Hospital Argerich se realizaron las denuncias correspondientes tanto en la Comisaría 24 como en la Fiscalía. Las denuncias se suman a la causa por desalojo iniciada en 2019 por el Gobierno porteño.