La mayoría de los abusos sexuales contra niños y niñas sucede en el hogar y son cometidos por los propios padres, padrastros, familiares o conocidos, sostiene un informe de la red de defensorías barriales del Consejo de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes (CDNNyA), del Gobierno porteño.

Los datos, surgidos de una investigación sobre “Relación entre víctima y victimario en casos de abuso sexual a menores”, corrobora la hipótesis de que el abuso se comete en secreto y puertas adentro: sobre los 114 casos recibidos en 11 defensorías porteñas, 50 han sido perpetrados por los propios padres y padrastros.

La psicoanalista Eva Giberti opinó que los niños precisan recibir información para “aprender que pueden aparecer adultos que pretendan utilizar sus cuerpos para proporcionarse placer”, y consideró que las cifras del informe “dejan al descubierto una realidad”, al tiempo que “sugieren la ausencia de denuncias que podrían hacerse en el Consejo”.