El gobierno porteño garantizó a los docentes de las escuelas públicas porteñas un ingreso salarial mínimo de 710 pesos y el pase al sueldo básico de todas las sumas que los maestros cobran como no remunerativas.

La medida beneficiará a unos 70 mil docentes y se logró a partir de un acuerdo con la gran mayoría de los 16 gremios que agrupan las distintas ramas de la enseñanza y con un aumento en el presupuesto del orden de los 140 millones de pesos.

El gobierno porteño aseguró que a partir de marzo todos los docentes cobrarán un piso salarial de 600 pesos que, junto al incentivo que otorga el Gobierno Nacional, el maestro que recién se inicia en jornada simple percibirá 710 pesos.

De esta manera, se otorgará un incremento salarial a los maestros por encima de los 700 pesos, tal como anunció el presidente Néstor Kirchner para los docentes de todo el país en la inauguración de las sesiones ordinarias del Congreso Nacional.

Ibarra anunció, además, que hacia fin de año “todas las sumas que los maestros perciben ‘en negro’ serán incorporadas al salario básico, en un reclamo histórico de todos los gremios docentes”.

La incorporación de las sumas “en negro” al sueldo básico se realizará por etapas a partir de abril y en primer término se verán beneficiados los docentes que estén próximos a jubilarse.

Para los maestros con una antigüedad de 22 años o más en la docencia, a partir de abril se incorporarán a su sueldo básico 91 pesos que cobraban como suma fija no remunerativa. Los maestros que tengan entre 18 y 22 años de antigüedad percibirán esta suma incorporada al básico desde el segundos semestre de este año y los que tengan menos de 18 años en el
ejercicio de su profesión recibirán esta suma a fin de año.

De esta manera “el sueldo de un docente de jornada simple con 10 años de antigüedad será de 660.35 pesos a partir de abril próximo, mientras que un maestro con jornada completa con la misma antigüedad cobrará 1.226 pesos”, informó la Secretaría de Educación.