Ante la propuesta de los trabajadores de declarar el hotel como lugar de interés público y continuar con la gestión cooperativa, el diputado de Compromiso para el cambio, Mario Morando, presentó un proyecto para restituir el hotel a los antiguos empresarios.

La iniciativa de los trabajadores se sustenta en una historia de esfuerzo y de lucha de más de tres años.

En marzo de 2003, 40 ex empleados del Bauen constituyeron una cooperativa con el objetivo de reabrir el hotel que, tras el despido de 80 trabajadores, había cerrado sus puertas al público en diciembre de 2001.

Los trabajadores lograron, sin ningún tipo de ayuda, poner en funcionamiento un edificio que se encontraba al borde del abandono generando 150 puestos de trabajo.

Con una organización colectiva y democrática, lograron habilitar 200 habitaciones, siete salones, dos salas de teatro, la confitería y el restaurant.

Como resultado de esta gestión, los empleados promueven un proyecto de Ocupación Temporaria y de Utilidad Pública del edificio y se oponen a la propuesta del machismo.

Este último proyecto implicaría la entrega del inmueble a grupos empresarios que aún no pueden acreditar ser dueños del lugar y dejar en la calle a más de 120 jefes de familia, ya que el plan contempla incorporar a menos de 20 trabajadores de la cooperativa.