En el año 2001, la licitación había sido ganada por la empresa Ekore y la constructora Salvatori S.A., con un presupuesto de 1.800.000 pesos/dólares por el total de la obra.

 Devaluación de por medio, fue necesario revisar números y acordar otros montos para completar el proyecto.

Con los ajustes presupuestarios necesarios, los primeros juegos ya fueron instalados en parques de Lugano, San Cristóbal, Parque Avellaneda, Barracas y Villa Ortúzar.

En el transcurso de enero y febrero comenzarán el armado de dos patios de juegos mas: la plaza 1º de Mayo, en Balvanera, y la Almirante Brown, en La Boca.

Estos espacios prevén propuestas diferenciadas para chicos de 2 a 5 años y de 5 a 12.

Contemplando las necesidades de los niños, el diseño sigue las recomendaciones planteadas en el Manual de Seguridad para Patios de Juegos Infantiles, editado por el Centro Metropolitano de Diseño.

Las nuevas hamacas, construidas con goma de cintas transportadoras, reemplazan la tradicional madera de los asientos que tantos golpes de cabezas tienen en su haber.

Los toboganes están conformados con tubos plásticos, que obligan a bajar sentado y a aterrizar a pocos centímetros de un colchón de arena que, como mínimo, debe tener 30 centímetros de espesor.

Los tradicionales caballos y focas de madera fueron reemplazados por animales autóctonos y en vías de extinción, a fin de crear conciencia ecológica desde la infancia.

Además, todos los patios permanecen cercados por una reja con candado, para proteger los espacios de juegos de posibles destrozos vandálicos y favorecer a la limpieza de los areneros.

El proyecto también, alberga la construcción de siete patios de juegos diseñados para chicos con capacidades motoras reducidas, que se instalarán en plazas cercanas a centros de rehabilitación.